“La vida sin sueños es una vida vacía”, dijo Etchevarren en la Pre Cumbre Distrital del G20 Estudiantil

Con la presencia del Intendente Camilo Etchevarren, en el Salón Blanco Municipal se llevó a cabo la Pre Cumbre Distrital del G20 simulación estudiantil, experiencia educativa de consenso, una iniciativa conjunta del área de Relaciones Globales de la Prosecretaria Administrativa del Senado de la Provincia, la Dirección General de Cultura y Educación, la Secretará General de la Gobernación, el Ministerio de Exteriores y Culto de la Nación y la Municipalidad de Dolores, que involucra a 25 regiones y más de 6.000 alumnos de la Provincia de Buenos Aires.

En esta oportunidad alumnos de los  Colegios Secundarios de Dolores, Castelli y Tordillo, que representan a los países de los 20, desarrollaron la temática “Empoderamiento de la Mujer”.

La bienvenida estuvo a cargo del Jefe Comunal que luego de saludar a las autoridades educativas y a los alumnos, señaló “quienes hacemos política no tenemos ni tiempos, ni espacios para el encuentro con los jóvenes. Pensaba cuando venía en dejarles algo. Hoy veo como muy importante que es lo que hacemos con nuestra juventud, para que tengan alas y se desarrollen. Sería bueno que puedan pensar lo que desean ser, todos tienen seguramente alguna habilidad innata. Los que hacemos política tenemos que ofrecerles las posibilidades para que puedan crecer con lo que emprenden”.

“La vida sin sueños es una vida vacía”, afirmó Etchevarren, que agregó “cuando tenía alrededor de diez años pasaba junto a mi madre por la Municipalidad y le decía que alguna día iba a ser Intendente”.

Posteriormente Etchevarren contó la historia de Kenzaburó Oé, su mujer Yukari y su hijo Hikari. A los 23 años, Kenzaburó ganó con su novela corta “La presa” el Premio Akutugawa (en honor a Rynosuke Akutugawa, el autor de Rashomon), entonces supo que iba a ser escritor. A los 25 contrajo matrimonio con Yukari Itami, que se dedicaba a la música. En 1963 nace su hijo Hikari, durante su gestación le señalan que el niño  podía padecer hidrocefalia severa y malformaciones. Le realizan una cirugía y el pequeño Hikari sobrevive con irreversibles secuelas, tiene discapacidad intelectual, ceguera parcial, epilepsia y autismo. El niño no habla, no se comunica, no tiene interés por nada, apenas se mueve. Un día descubren que reacciona levemente al escuchar cantar a los pájaros. Sus padres contratan una Profesora de Música, la que le indica apuntar en una partitura lo que vaya tocando por su cuenta. Pasa el tiempo e Hikari le trae algo escrito. La maestra lo toca, sonríe e imagina que es una trascripción de Mozart o Chopin, pero no, es una composición propia. El joven silencioso ha abierto su alma gracias a la música. Empieza a ser un adulto capaz de expresarse y de aprender otros conceptos relacionándolos con la música. El primer CD grabado por Hikari Ōe recopilaba 25 piezas cortas para piano. Salió al mercado en 1992 y vendió 80.000 copias. Actualmente es uno de los músicos más importantes del mundo.

Al finalizar el relato de la historia de Hikari, el Intendente terminó diciendo “nuestra principal tarea es que cada uno de ustedes sepan encontrar esas alas para tener una vida digna y por sobre todo para que sean felices”.