Se llevó a cabo el Acto por el Día de la Bandera

Con la presencia del Intendente Camilo Etchevarren, integrantes del Gabinete Municipal, Concejales, Consejeros Escolares, autoridades educativas y eclesiásticas, miembros del Instituto Belgraniano, Reina y Princesas de la Fiesta Nacional de la Guitarra, representantes de instituciones, docentes, alumnos y vecinos, se llevó a cabo en Plaza Belgrano el Acto por el Día de la Bandera.

Luego de que se izara la Bandera Nacional se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y la Marcha a mi Bandera.

El Intendente Camilo Etchevarren y el Presidente del Instituto Belgraniano Nicolás Chimento Ilzarbe, colocaron una palma de laureles al pie del busto del General Belgrano.

Posteriormente dejó su mensaje y oración el Cura Párroco Presbítero Maximiliano Turri.

A continuación se escucharon palabras del Presidente del Instituto Belgraniano, quien junto a Juan Carlos Valente y Lila Lahite, hicieron entrega al Intendente de la Bandera de la Libertad Civil. Valente recordó que durante su gobierno el Concejal Antonio Federico Diestro, presentó un Proyecto de Ordenanza para que se construyera en ese lugar la Plaza Manuel Belgrano.

La Presidente del Consejo Escolar Mariela Falistoco, se refirió a la fecha.

El Acto continuó con la toma de la promesa a la Bandera por la Inspectora Distrital de Educación Inés Castillo, a los alumnos de las Escuelas Primarias Nº 5 y 15, con la entrega del recordatorio correspondiente.

DISCURSO Dr. Chimento

Día de la Bandera 20 de junio de 2018

Hoy, a 198 años del fallecimiento del Grl. Manuel Belgrano, lo recordamos en su bandera, que es nuestra Bandera Nacional. Aquel prohombre de Mayo, abogado, periodista, economista, político, militar, imagino una patria, hizo todo lo que podía hacer para crearla, para defenderla hasta perder la vida. Nos dejó este símbolo, este estandarte, nos dejó su fe, como hombre cristiano y profundamente católico, nos enseñó que todo lo debemos a Dios y que sin él nada podemos. La bandera significo para él, uno de los mayores académicos de su época, el símbolo de la lucha, el icono de la libertad, la señal de que nunca hay que claudicar y que todo se debe a la patria.

“…Blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela…”, este hombre, terciario Dominico por heredad de sus padres, tenía una especial devoción por la Virgen del Rosario, era de oración diaria, enseñaba sobre la fe y catequizaba a sus soldados. Nunca se envaneció, nunca se creyó merecedor de algún mérito, un verdadero cruzado…

No dudo en destinar todo lo que tenía en bien de la patria, y llego a sus últimos días en la total indigencia. Según su médico personal cayo en inconciencia varios días antes de su muerte, dejando como pago a este, según testamento del 25 de mayo de 1820, su última prenda de valor, un reloj de bolsillo. Moría el Grl. Belgrano, el 20 de junio de 1820, en un Buenos Aires convulsionado por los problemas internos, por luchas de poder, por codicia, ignorando que pasaba a la inmortalidad el mayor héroe de la independencia americana.

Manuel Belgrano nos dejó mucho más que una bandera: una idea de Nación, esa inteligencia emocional que hay que poner en marcha para construir un País desde la mente y el corazón. Nos dejó el ejemplo de la entrega al bienestar público sin esperar más recompensa que la simple noción del Deber Cumplido. Seamos dignos de él, de su sacrificio. Seamos sus hijos:

VIVA LA PATRIA!!!

Nicolás R. Chimento Ilzarbe

Pte. Instituto Belgraniano de Dolores

Miembro Correspondiente del Instituto Nacional Belgraniano

DISCURSO Dr. Chimento

Día de la Bandera 20 de junio de 2018

Hoy, a 198 años del fallecimiento del Grl. Manuel Belgrano, lo recordamos en su bandera, que es nuestra Bandera Nacional. Aquel prohombre de Mayo, abogado, periodista, economista, político, militar, imagino una patria, hizo todo lo que podía hacer para crearla, para defenderla hasta perder la vida. Nos dejó este símbolo, este estandarte, nos dejó su fe, como hombre cristiano y profundamente católico, nos enseñó que todo lo debemos a Dios y que sin él nada podemos. La bandera significo para él, uno de los mayores académicos de su época, el símbolo de la lucha, el icono de la libertad, la señal de que nunca hay que claudicar y que todo se debe a la patria.

“…Blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela…”, este hombre, terciario Dominico por heredad de sus padres, tenía una especial devoción por la Virgen del Rosario, era de oración diaria, enseñaba sobre la fe y catequizaba a sus soldados. Nunca se envaneció, nunca se creyó merecedor de algún mérito, un verdadero cruzado…

No dudo en destinar todo lo que tenía en bien de la patria, y llego a sus últimos días en la total indigencia. Según su médico personal cayo en inconciencia varios días antes de su muerte, dejando como pago a este, según testamento del 25 de mayo de 1820, su última prenda de valor, un reloj de bolsillo. Moría el Grl. Belgrano, el 20 de junio de 1820, en un Buenos Aires convulsionado por los problemas internos, por luchas de poder, por codicia, ignorando que pasaba a la inmortalidad el mayor héroe de la independencia americana.

Manuel Belgrano nos dejó mucho más que una bandera: una idea de Nación, esa inteligencia emocional que hay que poner en marcha para construir un País desde la mente y el corazón. Nos dejó el ejemplo de la entrega al bienestar público sin esperar más recompensa que la simple noción del Deber Cumplido. Seamos dignos de él, de su sacrificio. Seamos sus hijos:

VIVA LA PATRIA!!!

Nicolás R. Chimento Ilzarbe

Pte. Instituto Belgraniano de Dolores

Miembro Correspondiente del Instituto Nacional Belgraniano

DISCURSO Presidente del Consejo Escolar MARIELA FALISTOCO

Palabras alusivas en el Día de la Bandera

Cada 20 de junio nos congregamos frente a un mástil donde ondea orgulloso nuestro pabellón bicolor, y con emocionada gratitud, homenajeamos a su ilustre creador: Manuel Belgrano, una de las más simpáticas figuras argentinas, y una de las glorias más puras de América.

Celebro que esta plazoleta nos congregue, porque estoy convencida que es bueno recordar, entre tanto ruido cotidiano, a quienes lograron que hoy seamos argentinos, y hacer propicia esta oportunidad para preguntarnos qué bandera queremos levantar; porque el tiempo pasó, las luchas cambiaron, cambió el pueblo, cambiaron los gobiernos, pasaron conflictos, glorias, fracasos, sin embargo, ELLA siempre allí, firme, alta, de pie.

ELLA que desde el primer día fue amenazada por aquellos que no querían la independencia de nuestro pueblo, que fue vapuleada, menospreciada, atacada, que no conoce de grietas, sí de hijos, de unión y de libertad, sabe mejor que nadie que para vencer tenemos que unirnos.

Su creador ofreció el último tramo de su vida a una causa que creía justa, por ello, a la comodidad que su condición de abogado reconocido le aseguraba, le opuso la decisión de participar de un movimiento revolucionario que prometía la construcción de una nueva nación. Aceptó el desafío, sabía que no era fácil, pero eligió el sacrificio y la incertidumbre.

Muchas y bellas fueron las virtudes que adornaban el alma del Prócer: incontenible generosidad, firme ejecución, extrema voluntad, pensamiento cabal, dulzura en el trato y abnegado amor por la patria, a quien le ofreció toda su labor.

Este glorioso hombre, lúcido, innovador, que tanto trabajó por la independencia y felicidad de su pueblo, que conoció los mayores halagos y distinciones personales, que nació entre los esplendores de un hogar acaudalado, terminó su vida pobre, enfermo y olvidado.

Ejemplos de este héroe desinteresado y honesto, abundan, pero hoy quiero destacar tres:

1°- Luego de un aplastante triunfo que sobre los realistas obtiene en la Batalla de Salta, perdona a los vencidos, enterrando en un sepulcro común a los muertos de los dos ejércitos.

2°- Cundo la Asamblea del Año XIII lo premia con $40.000, (equivalente a 80 kg de oro), ÉL los destina a la fundación de cuatro escuelas.

3°- Después de la derrota de Vilcapugio, da su caballo a un soldado herido y continúa su marcha a pie.

A veces, negros nubarrones por delante parecen invitar al desaliento, a la huída. Es ahí cuando debemos aplicar sus principios. En palabras del pensador Ortega y Gasset: “¡Argentinos, a las cosas!”, una invitación a seguir el camino, a asumir nuestras responsabilidades, un llamado a la reflexión y a la acción.

NIÑOS: Les propongo volver a mirarla, corriéndonos del lugar de los exitistas, reconociendo en ella algo más que una tela que sacamos a pasear cada vez que juega la selección. No lo esperen todo, sean generadores de hechos loables.

Honren su presencia y comprométanse a sostenerla pura, libre y soberana.

Admiren e imiten la vida de Belgrano, la Patria necesita timoneles firmes que la salven de la pobreza, la mediocridad y la corrupción.

ADULTOS: Aprendamos a escuchar su mensaje, ELLA es el símbolo, pero a la Patria la hacemos todos cada día. Anímense a soñar como ÉL, a pensar en una sociedad distinta, donde la solidaridad y el bien común, sean el norte.

Los invito a cobijarnos bajo sus pliegues para juntos pedirle que haga brotar el patriotismo en quienes conducen nuestro destino, que los ilumine para que lo hagan con eficacia y hacia un futuro mejor y más justo, de paz y libertad como lo quiso Belgrano.