La historia comienza en 1810, lo que es hoy Dolores, era territorio del desierto, un inmenso espacio geográfico donde el indio era dueño absoluto.

Plaza Castelli Dolores
Plaza castelli, ciudad de Dolores Privincia de Buenos Aires, Argentina

Poco a poco hubo avanzadas al Sur del salado, tanto religiosas como civiles por ejemplo, Miguel González Salomón, Julián Martínez de Carmona y otros. No menos importante fue la acción militar de Don Ramón Lara, quien además de cumplir sus deberes propios, logró atraer a muchos indios al camino de la civilización.

Las intenciones de extender las fronteras se sucedieron a través de los sucesivos gobiernos, hasta que el Congreso de Tucumán, el 25 de Enero de 1816, dicta un reglamento relativo a las Mercedes, de estancias al Sur del Río Salado.

Parque Libres del Sur Dolores
Parque “Libres del Sur”

El Soberano Congreso faculta al Director Supremo para adjudicar las tierras a los vecinos de frontera, en aras de satisfacer las necesidades de extender las tierras útiles, especialmente en el aspecto económico del país.

Todo esto y la situación planteada por los vecinos de la zona, exigiendo atención y protección a las autoridades, llevan a la fundación de Dolores, intención manifiesta y acordada en la gloriosa fecha del 21 de Agosto de 1817, refrendada por el Presbítero Francisco de Paula Robles, el Comandante Pedro Antonio Paz, Leonardo Piedrabuena, Antonio González y Salomón González.

Parroquia “Nuestra Señora de los Dolores”
Nace así, la historia de Dolores, “Primer Pueblo Patrio, como merecidamente se le reconoce

Fue cuna de la democracia. En septiembre de 1817, el Supremo Gobierno, le reconoce a la nueva población, el derecho de elegir por si misma, las autoridades que la regirán.

Parque Náutico Dolores
Parque Náutico Dolores

Nace con amplio espíritu de espacios abiertos, de frente al grito y ataque salvaje, esgrimiendo con valentía la espada en la batalla, pero con la humildad del devoto creyente que se pone al amparo de la Virgen bendita, y capaz de empuñar la mancera del arado para conseguir el pan, en la mesa de cada día, con el espíritu pronto para abrirse a las letras y a las ciencias. Como ayer, hoy y para siempre…

¡Salve, salve Gloriosa Dolores! ¡Salve, Salve en tu tierra natal!